jueves, 12 de marzo de 2009

GIJÓN. Polémica en la Abogacía

Polémica en la abogacía de la ciudad

Por la dignidad de lo gratuito

Los abogados luchan contra la Administración pidiendo un aumento de las tarifas del turno de oficio y la adquisición de derechos sociales

Gijón
Román GARCÍA
Los abogados gijoneses se mueven entre la esperanza y el recelo, entre el afán de lucha y la poca confianza en la Administración pública. La consejera de Justicia del Principado de Asturias, María José Ramos, mantuvo la pasada semana su primera reunión con su representante, el decano del Colegio de Abogados Sergio Herrero. Casi un año después de que los letrados gijoneses alzaran la voz para protestar por la situación del turno de oficio «parece» que empiezan las negociaciones. Las reivindicaciones, inamovibles según la mayor parte de los letrados, están sobre la mesa: menos papeleo, más remuneración económica y reconocimiento del derecho a la asistencia sanitaria. LA NUEVA ESPAÑA consultó ayer a algunos colegiados de Gijón.

En el mes de mayo los abogados comenzaron una lucha que aún hoy no ha llevado a ninguna solución. Como medida de protesta se planteó, en un primer momento, la baja de todos los letrados del turno de oficio. El Tribunal Superior de Justicia de Asturias pidió a los letrados que retirasen esa medida y entonces la solución pasó por la baja voluntaria: el que quiera que se ponga en huelga y el que no que siga ejerciendo en el turno de oficio cumpliendo las guardias correspondientes. La mayor parte de los abogados se dio de baja. Entre ellos, María Cristina Fernández, que defiende la medida que tomaron más de doscientos abogados: «El ciudadano no se quedó indefenso por la baja masiva de los abogados», su argumento parte de la base de que en el caso de que haya algún condenado con pena de cárcel pendiente se resuelve su caso y se le designa abogado de oficio al considerarlo un asunto «urgente».

Frente a ella, los abogados que no se dieron de baja, en su nombre Xuan Ramón Pertierra matiza: «No somos esquiroles porque la decisión tomada fue que se dejara libertad para darse de baja o no». Sus argumentos son contrarios a los de los huelguistas: «Estoy de acuerdo con que se necesitan mejoras, pero no se puede hacer una huelga salvaje, hay que tomar las cosas con seriedad y no dejar sin atender a mujeres que necesitan una asistencia a las tres de la mañana por malos tratos».

Sobre las necesidades no hay apenas discusión. Lo primero las tarifas, que difieren mucho si el cliente es privado o si por el contrario proviene del servicio del turno de oficio. Ricardo Valdeón cifra esa diferencia: «Entre ambos tipos de cobros puede haber una diferencia que depende del caso que estés llevando, pero que puede superar los 3.000 euros». En este sentido, «si lo que tienes que llevar es un divorcio con pensión compensatoria y de alimentos, si lo sumas pueden salir 3.500 euros de factura y cobras unos 200 euros si lo haces por el sistema del turno».

Los abogados también piden asistencia sanitaria gratuita. Para María de Vega Valle: «Si trabajamos para la Administración es lógico que nos cubra la Seguridad Social». En este sentido, la letrada gijonesa asegura que las contradicciones de los políticos son muchas: «Por una parte, nos dicen que los impuestos son siempre los mismos y que tenemos que cobrar un mínimo y, por otra parte, nos pagan muy poco cuando trabajamos para ellos».

La presidenta de la Agrupación de Abogados Jóvenes, Graciela Lagunilla Herrero, es de las que opta por seguir con la lucha, teniendo en cuenta que el rival acabará respondiendo. «Nos ofenden las pocas ganas que tiene la Consejería de negociar», asegura. Su compañero de profesión Alberto Rey es de los pesimistas: «No tengo mucha esperanza ante las negociaciones, pero hay que estar abiertos al diálogo porque es la única solución», asegura. El camino está siendo largo y difícil. Tras varios meses de lucha, los abogados han conseguido que se abra la negociación.